martes, 14 de marzo de 2017

PRÁCTICA 2

-Yo como usuario/a-
En esta segunda práctica de Habilidades de Comunicación, tuvimos que recordar alguna experiencia o momento personal que hubiéramos vivido en una situación puntual de nuestras vidas. Esta experiencia debía de estar basada en la pedir ayuda a un profesional o persona competente para podernos dar respuesta a nuestras necesidades.
Por ello, en la clase de prácticas, cada uno de nosotros de forma individual escribimos nuestra propia experiencia para luego poderla compartir, en un primer momento, con nuestro grupo de prácticas; y en un segundo momento con el resto de compañeros, de forma voluntaria. El objetivo de esta práctica era, ser capaces de pensar en una experiencia personal en la que demandamos una ayuda concreto para así poder identificarnos con todo tipo de personas que pueden necesitar ayuda en momentos puntuales y en los cuales, el trabajador social deberá estar preparado para entender, comprender y atender las necesidades y urgencias del usuario. Para ello, es fundamental conocer de primera mano tanto las emociones y sentimientos como los pensamientos y reflexiones del usuario.
En nuestro grupo, una vez pensadas las experiencias de forma individual, Ana expuso de manera sencilla ante los compañeros su experiencia en el instituto cuando a finales de Bachillerato, tuvo que decidir entre varias salidas sobre sus estudios y sobre las cuales tenía varias dudas a la hora de elegir un camino u otro. Así pues, acudió a la psicóloga y orientadora del instituto con el fin de mostrarles su problema y encontrar las herramientas necesarias para tomar la mejor decisión. Ambas profesionales atendieron a Ana con interés, cercanía y buen trato lo que le hizo a Ana tener confianza con ellas.
Por otro lado, la experiencia de Ángela esta relacionado con servicios sanitarios, todo ello a raíz de que un día al estar durmiendo la siesta, a sus 11 años,  al despertarse se le paralizo el cuerpo por completo. Sus padres asustados y sin saber que hacer ante la situación, acudieron al centro de urgencias más cercano buscando una ayuda rápida. Al llegar allí, tuvieron que esperar alrededor de cuatro horas en la sala de espera hasta que fue atendida por varios enfermeros quienes, le hicieron una análisis de sangre pero, para ello le tuvieron que hurgar con la aguja en el brazo para poder encontrar la vena.. Sin duda, esto le provoco a Ángela un dolor fuerte, lo que el hizo acabar llorando.
Ante esto, los enfermeros no intentaron calmarla lo que Ángela interpreta como una falta de profesionalidad y de ayuda por parte de éstos. A esto se le suma la impotencia al ver que sentía dolor y no tener respuesta ni atención por parte de ningún trabajador.  Además, Ángela reconoce que le hubiera gustado haber sido atendida con mejor trato y más interés en sus necesidades.
Como conclusión exponemos que, todos los profesionales deberían de ser más competentes en su trabajo sobre todo si se trata con personas con necesidades específicas e importantes, pues todos los usuarios merecemos el mismo interés, atención y ayuda en nuestras necesidades. Pues ser profesional es sinónimo de estar a la altura de cualquier tipo de demanda y ser capaz de ofrecer una atención que responda correctamente al perfil del usuario de una manera cercana.

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